Cuantas vivencias tuvimos, en aquellos años de esplendor juvenil, que ni nuestras locuras irrazionales pudieron impedir que disfrutraramos de ese pasaje de nuestras vidas, bañado con una especial manera de ver la vida, ni tu ni yo creiamos, que lo que comenzo con un capricho de la naturaleza, fuera a formentar los valores mas profundo de una amistad, que paso pruebas de rivalidad, tanto profesionales, como amorosas, aquella enviadia sana de nuestros triunfos individuales, como la conquista de aquella mujer misteriosa, que al final nos hizo daño a los dos, no puedo de dejar de pensar en tantas anecdota pasadas juntos, que ahora que tu ya no estas quiero creer que cuando emito un suspiro , su naturaleza esta basada en la perdida de mi mejor amigo. J.Rumani.
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